Cartier-Bresson
Mi yo impulsivo me grita que huya de esta vorágine de trabajo, del terrible grado y la mierda de exposición. Que escape de mi reloj de pulsera y de esta maldita sensación de correr y correr hacia nada y todo en particular.
En cambio mi mini yo racional me susurra que solo son quince días y que la calma y mi aburrida rutina están al caer. Que pronto volverán las cuentas de musarañas y esa eterna pregunta: ¿Qué puedo hacer ahora?.
Dejaré que se peleen un ratillo y así me dejarán tranquila. El tiempo suficiente para fumarme un piti, vale?...